Desarrollo rural y biorrefinerías – El caso de Barcial del Barco



Las zonas rurales y agroforestales de España, Europa y todo el mundo se están enfrentando a grandes desafíos económicos y sociales. Aunque las características de estas zonas varían considerablemente de unas latitudes a otras debido a factores geográficos y estructurales, quizás es posible tener en cuenta tres patrones comunes muy genéricos: disminución de la población, pérdida de puestos de trabajo y deterioro de los servicios. La gente, especialmente la joven, se marcha para buscar más oportunidades en las zonas urbanas. Las inversiones se reducen y los negocios empiezan a cerrar. Todo lo anterior, provoca que los servicios se vean desatendidos. Y esta tendencia se convierte en un ciclo difícil de parar. La importancia del sector agroforestal en la economía se está contrayendo y el fenómeno conocido como pobreza de las áreas rurales no es algo imaginario. Recientemente, Eurostat (la agencia oficial de estadística de la UE) anunciaba que, de acuerdo a primeras estimaciones, los ingresos agrícolas reales en la UE han caído el 6,0% en el 2015 en relación con el 2014 (ver nota de prensa).

Sin embargo, hay razones para mirar el futuro de las zonas rurales con esperanza. Una economía basada en la biomasa puede ayudar a encontrar soluciones para sus desafíos y liberar el potencial que poseen. El cambio de una producción basada en el petróleo a una producción basada en la biomasa, representa una oportunidad única para que las áreas agroforestales sean la base de una bioeconomía competitiva con significativos beneficios económicos y sociales. Las biorrefinerías están en el centro de esta transición hacia una bioeconomía circular bajo los principios de una “sociedad con cero residuos”. Como es bien sabido, el concepto de biorrefinería es análogo al de una refinería de petróleo convencional pero los procesos de biorrefino utilizan materias primas renovables (cultivos específicos, desechos agroforestales y RSU) en vez de fósiles.

En este sentido, una economía rural revitalizada basada en biorrefinerías que usen biomasa local de una manera sostenible conlleva varios beneficios. Los que se identifican a continuación son algunos de los más destacables:
  • Creación de nuevos puestos de trabajo y aseguramiento de los ya existentes. Trabajos permanentes (operadores, personal técnico y de gestión) y relacionados con la construcción en las biorrefinerías, granjeros y silvicultores locales para suministrar la materia prima; personal involucrado en las tareas de recolección, transporte y almacenamiento de la materia prima.
  • Impulso de nuevos mercados, negocios y de una mayor variedad de productos. Empresas innovadoras basadas en el conocimiento se implantarán en las proximidades de las biorrefinerías y se especializarán en generar productos de alto valor añadido a partir de diferentes fracciones de la biomasa y de los subproductos y residuos.
  • Integración de los procesos de biorrefino en cadenas de valor existentes o desarrollo de nuevas cadenas de valor industriales. Los granjeros y silvicultores pueden pasar de ser simples suministradores de materia prima a procesadores primarios que alimenten a las biorrefinerías con materias primas semi-elaboradas.
  • Contribución a la consecución de los objetivos locales para la lucha contra el cambio climático. Por ejemplo, a través de la minimización de las emisiones de gases de efecto invernadero y la reducción de las importaciones de combustibles fósiles.

Para identificar estos beneficios en un contexto real, me gustaría presentar un caso de estudio: el proyecto de biorrefinería multifuncional en Barcial del Barco. Barcial es una pequeña población (sobre 300 habitantes) localizada en Castilla y León (cuadrante noroeste de España). La principal actividad en esta zona y las circundantes, la industria de la agricultura y la ganadería, se ha visto seriamente afectada por la crisis económica reciente. Los tres patrones destacados en el primer párrafo son perfectamente constatables. Además, desde un punto de vista más local, conviene señalar que el cultivo de remolacha azucarera, uno de los más importantes en esa área, ha sido restringido como consecuencia de la entrada en vigor de la Organización Común del Mercado (OCM) del azúcar.

Teniendo en consideración este contexto, Magdala and MF Investments está tratando de sacar adelante el proyecto de una biorrefinería en Barcial del Barco. Actualmente, están ultimando aspectos relacionados con la financiación. La instalación tendrá una capacidad anual de 155.000 m3 de bioetanol y 105.000 toneladas de piensos. Será alimentada con 700.000 toneladas al año de remolacha azucarera (de octubre a marzo, aproximadamente) y 150.000 toneladas al año de maíz (como complemento para cerrar el ciclo anual). Abajo, se explican algunos de los beneficios derivados de la construcción de la biorrefinería para las zonas rurales cercanas:
  • Creación de cerca de 1.000 puestos de trabajo directos e indirectos (personal en la planta y granjeros). Magdala ya ha firmado acuerdos con asociaciones y cooperativas de granjeros (áreas de cultivo dentro de 60-70 km) para proveer el 100% de la materia prima requerida en los próximos 15 años. La biorrefinería permitirá recuperar tierras perdidas a causa de la OCM del azúcar y usarlas con propósitos energéticos sin interferir con la cadena de alimentos.
  • Formación de un polo industrial de química verde con empresas de los sectores de los biocombustibles avanzados y de los biopolímeros. El concepto de biorrefinería multifuncional considerado por los promotores tiene en cuenta la posibilidad de una futura integración de procesos de biorrefino que valorizarán diferentes fracciones de biomasa y corrientes de subproductos (fermentación, pirólisis, gasificación, producción de metano e hidrógeno,…). Esta es la base para que otras empresas puedan fabricar y poner en el mercado un amplio espectro de productos químicos y biomateriales.
  • Emergencia de sinergias positivas entre la biorrefinería y otros sectores de la región. En el caso del maltrecho sector del azúcar, cuando las azucareras lleguen a su cuota máxima, podrán producir jugos deshidratados para alimentar a la biorrefinería donde serán usados como punto de partida para fermentación (biocombustibles y otros bioproductos en el futuro). Los piensos serán entregados en granjas adyacentes incrementando su viabilidad.
Me gustaría acabar esta entrada tomando prestadas unas palabras de la Visión del Biobased Industries Consortium: “Nosotros imaginamos una red de biorrefinerías regionales y locales en la UE que añada valor a residuos y materias primas renovables, cree trabajos que no existían antes en las zonas rurales, y transforme biomasa sostenible en compuestos químicos intermedios y productos industriales que apoyen la competitividad de las industrias europeas a nivel mundial.”

Nota: Quiero expresar mis agradecimientos a Vicente Merino (Director General de Magdala and MF Investments) por proporcionarme la información sobre el proyecto de la Biorrefinería Multifuncional de Barcial.

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