La EBA se estrena pidiendo estrategias a largo plazo para dinamizar la bioeconomía en Europa
La Alianza
Europea para la Bioeconomía (European
Bioeconomy Alliance, EBA) iniciaba su andadura hace dos días en el
Parlamento Europeo. Y lo hacía reclamando políticas a largo plazo para
favorecer el desarrollo de una bioeconomía competitiva y dinámica en Europa. Se
trata de una alianza informal de las organizaciones europeas más activas en
este campo:
- Bio-based Industries Consortium (BIC)
- European Association of Sugar Producers (CEFS)
- Confederation of European Forest Owners (CEPF)
- Confederation of European Paper Industries (CEPI)
- European Farmers and European agri-cooperatives (COPA-COGECA)
- European Renewable Ethanol Producers Association (ePURE)
- The European Association for Bioindustries (EuropaBio)
- European Bioplastics (EUBP)
- The EU Vegetable Oil & Proteinmeal Industry (FEDIOL)
- Forest-based Sector Technology Platform (FTP)
- Primary Food Processors (PFP)
- European Starch Industry Association (Starch Europe)
Figura 1.
Logotipo de la EBA
Su visión pasa
por ayudar a la consolidación de una Europa más competitiva, innovadora y
sostenible, desligando su crecimiento económico de la dependencia de las
fuentes energéticas fósiles importadas, del agotamiento de recursos y del
impacto ambiental. Por ello, apoya la reciente creación del grupo del
Parlamento Europeo sobre cambio climático, biodiversidad y desarrollo
sostenible y su subgrupo sobre bioeconomía. La EBA cree que la Unión Europea
necesita actuar sobre cuatro frentes para conseguir que Europa se convierta en
un líder en el sector de la bioeconomía:
- Implementar las recomendaciones prioritarias de la “Lead Market Initiative on bio-based products”. Esta acción permitirá no sólo crear nuevos mercados y trabajos sino también estimular la recuperación de la economía.
- Animar a los estados miembros a implementar medidas para incrementar la productividad agrícola y forestal y la fertilidad del suelo de manera sostenible y facilitar el movimiento y el acceso a materias primas renovables a precios competitivos.
- Eliminar barreras a la inversión en operaciones comerciales de gran magnitud como las requeridas por las biorrefinerías. El Consorcio BBI es un primer paso en la dirección correcta que debería catalizar otras fuentes de financiación europeas, nacionales y regionales.
- Implicar a la sociedad civil, junto con los granjeros, los propietarios de explotaciones forestales y la industria, en avivar el debate sobre la bioeconomía en Europa.